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Por razones extrañas de la vida una cantidad importante de cosas desagradables y difíciles sucedieron simultáneamente en mi vida durante los 18 y 20 algo años, que tuvieron un desenlace, la verdad no muy bueno.
Primero, mis relaciones eran un desastre: no lograba hacer amigos, pasaba mucho tiempo aislado y solo. Tenía problemas de autoestima, también algo de depresión, y cosas por el estilo. Además estaba muy distanciado de mi familia, y las cosas iban cada vez peor.
Finalmente la guinda de la torta: se me ocurrió meterme en algunas técnicas new age en búsqueda de sanación, pero que también provocaban estados “alienantes” casi delirantes, ya que entran en percepciones de otro tipo de realidades que una mente que no está preparada, no es capaz de soportar (para mi desgracia esto lo supe después). Imagínense yo, que aparte de no estar preparado, mi cabeza era un horror!!… El resultado fue delirio, persecución, mucha angustia, sensaciones extrañas de todo tipo, de luz, de oscuridad, capacidades extrasensoriales fuera de control, realmente fue un circo. Además en el otro plano hay todo tipo de espíritus, algunos no muy amables en realidad…
Y así, cuento corto, después de un año aguantando sensaciones extrañas y problemas psicológicos y de aislación cada vez más agudos, caí en una clínica psiquiátrica. Luego en otra… me dieron muchos medicamentos, terapia de electroshock, más medicamentos, psiquiatras y así…Lograron estabilizarme, pero fue casi como dormirme.. Mi experiencia de vida quedo totalmente anulada. No estaba viviendo. Desde mi experiencia estaba sumido en una especie de profundo letargo del cual ni yo mismo recuerdo. Estaba en total desconexión con la realidad, se me veía la cabeza ladeada, y la baba caía de mi boca en una especie de estado vegetal… Lograron que dejara de hacerme daño, pero más que eso no…y las expectativas no eran prometedoras: en base a otros casos era imposible que yo lograra hacer una vida normal.
De repente mi familia en esa angustia no sabia más que hacer, no tenían confianza en este tipo de terapias por la fama que tienen en el mercado, pero el problema estaba tan feo, que dijeron, sabes que, bueno ya! probemos y veamos que pasa… Ahí llegué a Humberto con la medicina maya tolteca.
Y ahí comenzó lo bueno: el trabajo. Empecé a trabajar duramente con todas las herramientas de la medicina maya tolteca y todo lo que Humberto pudo trasmitirme de su camino en la disciplina: Desde ejercicios físicos y energéticos intensos, que hacia todos los días (los recomiendo bastante), trabajo con los elementos, tierra, agua, etc.. Círculos de fuego con distintas figuras, trabajo con plantas (no alucinógenas), ayuda de otros abuelos de la tradición, y tantas otras cosas…
Y así empecé a recuperarme, a volver, mi mente que estaba en algún lugar extraño, estaba regresando. Comencé a tener cada vez más conciencia y comprensión de mi mismo y mi entorno. A los meses ya no me daban tantos medicamentos, la angustia bajó, ya se podía conversar conmigo, mi cara y mis facciones cambiaron totalmente.
Y así fui trabajando. Al año ya era una persona funcional. A los dos años los psiquiatras ya no lo podían creer, era una persona totalmente normal, podía conversar, reirme, la gente no podía notar en mí la diferencia entre una persona cualquiera y una con un trastorno psiquiátrico. Pasé de tomar el botiquín del abuelo a un solo medicamento, y más encima en su dosis mínima. Pude volver a estudiar, terminé la carrera de fotografía, entre medio pololié, y así continué estando incluso cada vez mejor.
Finalmente con los años, construí nuevas relaciones, comencé a trabajar mis temas con la gente que no había podido solucionar y toda la parte psicológica con el mismo Humberto, En fin, puedo decir que ahora soy una persona totalmente normal, estudié dos años, he trabajado, ahora estoy terminando Diseño gráfico, me despierto con ganas de hacer cosas, vivo la vida con sus días buenos, días malos, y bastante tranquilo respecto a como estaba inicialmente.
A veces voy al doctor por un resfrío y me toca contar mi historial médico, y todos me dicen, “pero que onda? Yo pasé por psiquiatría y la gente no es asi, se deben haber equivocado , es rara la psiquiatría (ja ja ja, me rio por dentro)”
Y lo mejor fue que a parte de mí, toda mi familia se benefició de esto, mi papa, mi hermano, mi tío, mis primos, muchos utilizaron parte del camino y la tradición con muchos beneficios a sus vidas….
Probablemente si no fuera por el trabajo duro, el compromiso total y la increíblemente buena voluntad del abuelo Humberto no estaría contando esto para nada!, ni nada que he hecho en mi vida hubiera sucedido. No hubiera estudiado, ni estaría relacionándome, no tendría la vida que tengo ahora…
En fin, agradezco mucho al abuelo Humberto, a todos los abuelos de la tradición que me acompañaron y ayudaron en el proceso, la abuela Guadalupe, el abuelo José y muchos más que están aquí y no tan aquí y a los espíritus del camino maya tolteca que trajeron esto a mi vida.. y la verdad no puedo pedir más. Gracias de verdad.